Por Laura Garza
Ya es tiempo que las mujeres ocupen lugares a la vista de todos, y que ningún hombre tenga que justificar el por qué está allí.
En la Semana de Líderes del APEC en San Francisco, la presidente Dina Boluarte de Perú ha participado en fotos con empresarios norteamericanos mostrando los mayores atractivos de su país y sin duda llevando los temas de inversión para atraer más.
La jefa de Estado se ha plantado sin tapujos, ni titubeos en un mundo de hombres. Resalta ella y su seguridad, sin dejar de lado los colores vibrantes que seleccionó para cada uno de los eventos de la APEC.
Dina fue parte de la fotografía oficial en donde aparecen 23 hombres, líderes y mandatarios como Joe Biden, de Estados Unidos; Xi Jinping de China, Jutin Trudeau, de Canadá; Lee Hsien Loong, de Singapur; Joko Widoko, de Indonesia; Yoon Suk-Yeol, de Corea, Anwar Ibrahim, de Malasia; Gabriel Boric, de Chile, Andrés Manuel López Obrador, de México, entre otros.
Ella ha sostenido reuniones bilaterales con sus iguales, a los que ya invita a la visita oficial a Perú en el 2024 a la siguiente Cumbre de Líderes, tras la transferencia de APEC por parte del presidente Joe Biden.
Una mujer, la que nuestro presidente insultó llamándola “espuria” por el golpe de Estado en contra el presidente Pedro Castillo, ella, la misma mujer es la que ocupó en primera línea un espacio central de lado de Joe Biden, mientras él se quedó atrás.
Dina no ha sido la única mujer en aparecer en este tipo de eventos, también lo fue Michelle Bachelet, expresidenta de Chile en varias ocasiones durante su mandato.
Ahora, no dejemos de lado que, en el sexenio pasado México ocupaba un lugar en la primera fila en esta Reunión de Líderes APEC. Por solo recordar un dato.
En México vivimos una etapa en la que dos mujeres son las principales candidatas a la presidencia, y al mismo tiempo se obliga a cubrir una cuota de género pero sin mayor empuje al talento femenino.
Hay mujeres líderes que usan su cuerpo como escudo ante cada comentario misógino de sus compañeros, se vuelven rígidas pero firmes, saben pararse en cualquier escenario y no bajar la mirada.
Un ejemplo es la mandataria peruana y un buen grupo de asesores que le ofrecen colores vivos en medio de los trajes oscuros y tanto rostro masculino.
Las mujeres en la política no pueden desatender su imagen, cada prenda que eligen deben de fortalecer su discurso, y hacerlas notar en un mundo tan masculino como la mente cerrada a observar que no solo hay hombres en la sala, sino también mujeres.
La única mujer y en la fila de los líderes más importantes, mientras que el hombre más bravucón y pequeñito se quedó atrás, casi como la sombra de fondo, sin que nadie lo mire, ni atienda su presencia y para nuestra mala suerte representa a México.
Bien saben que me encanta el deporte y los marcadores, así que esto sería como un Perú 2 – México 0.