Por Laura Garza
En las entrevistas puede haber una planeación visual y narrativa, o puede tenerse solo la lista de preguntas y seguir bajo la marcha de acuerdo al entrevistado.
El fotógrafo en su mayoría de las veces, recibe la agenda y acude a cubrir cada una de las órdenes allí marcadas. Quizá cuando llegue el reportero le explique cuál es la intención y lo que sí se debe de fotografiar.
Y de nueva cuenta, a veces ni se le pregunta al fotógrafo cuál sería el mejor lugar o el mejor ángulo para realizar la entrevista. Eso varía de acuerdo a la personalidad de cada uno, que quiera interesarte e involucrarse un poquito más.
En la entrevista realizada el día de ayer a Hugo López-Gatell por parte del diario El Universal, seguramente fue pensada más para video que para foto. ¿Por qué? Porque se realizó en una terraza al aire libre y bajo una sombra parcial, por muchos espacios se cuela la luz desfigurando al entrevistado.

Foto: El Universal / Diego Simón Sánchez
Comiendo desde aquí porque muchas veces se necesita estar presente alguien que también lidere el tema visual y pueda decidir entre el mejor lugar para realizar la entrevista para fotografía y video.
Pero bueno, supongamos que hasta allí nadie lo pensó.
Entonces para un personaje como el señor Hugo López-Gatell las luces y sombras le quedan perfecto, porque así es que le conocemos, y quizá con más sombras que luces.
Desde allí pareciera entonces que el lugar fue perfecto para un personaje como él, si es que lo llegaron a pensar y analizar como parte del mensaje visual.
Ahora, nadie puede negar que este hombre lo que tiene es labia y mucho vocabulario. Sabe utilizar los términos adecuados para ser rimbombante en materia política, eso se lo conocimos durante la pandemia.
Su mayor aportación en esta entrevista y de lo único que podemos recordar es cuando dijo:
“Por cada persona que está enojada por cómo se manejó la pandemia, hay de 300 a 500 personas agradecidas”.
Con su tono de cinismo y nula gracia.
Durante la entrevista en el momento en que dice esto, mueve una mano para sustentar su dicho, sin embargo, el editor de foto del diario decidió seleccionar una imagen que por supuesto le contradice a “la única” frase que nos muestran desde un inicio.
Gatell aparece como en realidad es, como un hombre que solo se escucha a sí mismo y al presidente, a un hombre que solo valida su verdad, a un hombre que no puede atender los distintos pensamientos u opiniones.
Es el mismo Dr. Hugo López-Gatell que desde pandemia nos dejó claro que él hace lo que “dicta el dedito” del presidente y que él siempre mantendrá una mano en alto en señal de que él está bien, y los demás están mal.
Un hombre que coloca una barrera, para que no se le acerquen, para que no le hablen, para que solo lo escuchen, porque solo él tiene la verdad y el cariño de la gente, sí de 300 a 500 que le están agradecidas por no haber llevado bien una pandemia y por permitir que no se utilizara el cubre bocas como un acto forzoso para salvaguardar la vida. Eso simboliza su mano.
Ese es Gatell, el de la foto.
Y si en el diario eligieron con esa intención, lo hicieron muy bien, y si no… también les salió muy bien.