Al grito de ¡YA BASTA!

Por Laura Garza

Con solo ver la foto grito al mismo tiempo un ¡YA BASTA! a todos los hombres y autoridades que buscan decidir por el bienestar y el cuerpo de una mujer en cualquier parte del mundo.

Pareciera que la mujer tuviera siempre que acatar la decisión de alguien más, menos la de ella,  desde que se es menor de edad, con una agresión sexual o una violación.

En Brasil las estadísticas son una atrocidad para las niñas, puesto que cada día hay 38 niñas que están siendo madres antes de los 14 años. En su mayoría han sido violadas por un familiar cercano, llámese padre, padrastro, tío o primo. 

Cada 8 minutos una mujer es violada en este país. Los últimos datos recabados por el Ministerio de la Mujer, revelan que al año se rebasa los 67mil casos de violación, y que de este número el 70% ocurre en el hogar como ya lo comentábamos. 

La problemática es para las niñas y adolescentes que al ser violadas no saben a bien su ciclo, las fechas exactas y después los propios síntomas de un embarazo, por ello suelen darse cuenta hasta que la barriguita es de notarse o incluso hasta pocos días antes de parir.

La familia tarda tiempo en descubrirlo y en su mayoría no cuentan con el dinero para hacer el viaje hasta donde ofrezcan el servicio de una manera segura y salubre.

Si hasta ahora usted no le había transmitido mucho la fotografía, aquí va otra razón.

El aborto está prohibido en Brasil, a excepción de tres posibilidades: si el embarazo es a causa de una violación, si se pone en riesgo la vida de la madre o si el feto es anencefálico. De lo contrario se considera un delito que es castigado por tres años de prisión para la mujer y cuatro años para quien le ayuda. 

Lo que se presentó por un DIPUTADO, hombre es un proyecto de ley donde pretende que si el embarazo se interrumpe después de las 22 semanas (3 meses) se considerará un homicidio, y con ello una condena de seis hasta veinte años de prisión.

Los 31 diputados que firmaron semejante aberración pertenecen al Partido Liberal, el mismo de Bolsonaro, sí el ex presidente ultraderechista. Como dato curioso es que el presidente de la Cámara de Diputados decidió que el proyecto fuera votado urgentemente en tan solo 23 segundos., lo que le adelanta que el Congreso pueda votarlo sin pasar por las comisiones.

Entonces con todo esto, le pido que vaya a la fotografía y sienta desde las entrañas la fuerza con la que esta jovencita brasileña está gritando. Tan fuerte, tan profundo, y con tanto enojo que sus ojos están muy cerrados y su boca totalmente expandida.

La fuerza en su rostro y en sus manos mientras sostiene el megáfono y deja su voz en los oídos de todas las que están detrás de ella, para quedarse en su memoria.

Esta joven de color, representa al segmento de mujeres que más son expuestas a violencia sexual, doméstica y de otros tipos. Según datos del Censo de Población y el Informe Socioeconómico Anual sobre la Mujer en Brasil, las mujeres de color forman parte del 59.8% de las víctimas de agresiones.

¿Por qué no gritar? 

¡Que griten! ¡Que salgan a las calles! ¡Que no cansen de gritar!

Que la fuerza de ellas sea la misma de nosotras en todo el mundo, ya basta que aparte de condicionarnos UN HOMBRE, también venga a decirnos lo que está bien o está mal para nuestro cuerpo, para nuestra salud física, mental y a decirnos que si hay una violación la mujer debe de aceptarlo porque aunque sean 12 o 13 años, ya tiene una vida en su vientre.

Y por si todavía no sintiéramos repudio e impotencia, si una niña o mujer decide abortar después de la semana 22 y recibir la pena máxima en prisión, esta es menor a la que recibe CUALQUIER violador. Hágame usted el favor, ellos deberán cumplir 10 años mientras que una niña o mujer que aborte será por 20.

¡Que griten! ¡Que salgan a las calles! ¡Que no cansen de gritar!

Foto: EFE/ Isaac Fontana

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