Por Laura Garza
Tan solo en las últimas 24 horas, Israel ha lanzado varios ataques a la Franja de Gaza, matando a 25 personas más, es decir se superan los 37,372 muertos desde hace ocho años que comenzó la guerra con Israel.
De esa cantidad se han logrado identificar a 25mil y más de la mitad corresponde a cuerpos de mujeres y niños.
Aún con la destrucción visible ante los ojos de cualquiera, el Ministerio de exteriores de Israel sostiene su discurso de que la cifra es un mero invento de los palestinos. Ellos dicen claro que “esa cifra no refleja la realidad sobre el terreno”.
Vaya ironía, sarcasmo y frialdad.
Hoy sumaron otro ataque aéreo contra el campo de refugiados de al-Bureij en el sur de la Franja de Gaza.
Sin duda, el inicio de todo esto con la masacre perpetuada por el grupo terrorista Hamás la cual también fue un acto inhumano, violento y cruel, lo que ha hecho Israel con Gaza es un exterminio total.
Las imágenes que han recorrido nuestras memorias desde hace ocho meses son espeluznantes y dolorosas. Niños heridos, ensangrentados, mutilados, muertos y despedidos entre lamentos de sus padres en carpas armadas por los mismos ciudadanos y médicos que a falta de instalaciones médicas han logrado atender a miles de palestinos.
La foto de Mohammed Saber es para poner la piel chinita. ¿Para dónde mira el niño? ¿Qué busca mirar? ¿Qué se puede encontrar entre humo gris y el desahucio de no encontrar si quiera la calle por la cual caminar?
Los gritos aún quedan guardados en la memoria de muchos, y las escenas de destrucción superan cualquiera que hayamos visto antes.
¿Para qué más ataques? Las caravanas humanas de más de un millón de personas que huyen hambrientas y sin nada qué cargar mas que sus recuerdos, sus muertos y con suerte a sus hijos.
Desde el 7 de octubre la escala de violencia ha destruido más del 80% del territorio, sin olvidar que este conflicto lleva años y sus bloqueos vía terrestre, aéreo y marítimo y a existía.
Deberían de ser castigados y juzgados a todos y cada uno de los miembros del ejército israelí por sus insistentes ataques a los escombros de tantas vidas.
Las células de los culpables seguramente no han desaparecido y la vida de tantos habrán sido terminadas por quienes mantendrán dándole vida al odio entre ambos países.
Foto:
EFE/ Mohammed Saber