Por Laura Garza
En campañas políticas, cada candidato cuenta con un grupo de fotógrafos y editores para obtener la mayor cobertura posible durante sus eventos públicos.
Hay quienes cubren al candidato con la gente, otros únicamente a quienes asisten, otros que se enfocan en la cobertura directa y personal del candidato y si hay alguien más, también está constantemente rodeándolo y buscando todo tipo de momento clave a fotografiar.
Los editores, pueden ser ellos mismos, dependiendo del presupuesto de cada equipo, o tienen uno o un par de hombres o mujeres que reciben el material de todos los fotógrafos para poder hacer una selección rápida de las mejores imágenes que comuniquen lo que el evento ameritaba.
Función que realicé con el expresidente enrique Peña Nieto, y que te obliga a tener una perspectiva amplia de lo que buscas que suceda, lo que en realidad sucede, y lo que la gente esperó que sucediera.
A la hora de seleccionar las fotos se cuidan muchos elementos, no solo la estética, sino el conjunto de elementos que le rodean y que pueden comunicar algo que no le guste al candidato o al político.
Las fotografías que hoy publicaron de Xóchitl Gálvez en Tabasco son el claro ejemplo de lo que deberías cuidar y la foto “adecuada” si así quisiéramos llamarle, pero en esta ocasión, creo que el estilo que tiene la candidata de la oposición permite publicar ambas.
En esta imagen Xóchitl brinca del gusto y emoción de encontrarse con gente que la recibe de la misma forma en Tabasco. En esta ocasión hay vallas, pero no impide el contacto y acercamiento con quienes asisten.
En el cuidado de la imagen política puede haber distintos lineamientos, pero hay puntos elementales a cuidar, y el primero es que la personalidad del político sea tal cual reflejada en sus eventos, sin embargo su cuerpo y su rostro debe de comunicar de manera estética.
Las personalidades previas a Andrés Manuel, todos dieron un respeto a la investidura y en ningún momento descuidaron su imagen, pero llegó él, y dio a entender que tener un cuidado personal, incluso, solo es de “neoliberales” o “fifís”.
Bien sabemos que no es así, es un trabajo más e incluso cuando llegas a ser presidente, aún más formal que ninguno otro.
Estos casi seis años que hemos visto a un presidente descuidado, dejado e insistente en seguir el manual del populista es materia de imagen y comunicación, se agradece que llegue una candidata como Xóchitl y rompa el desgano, y la distancia con la gente.
Por ello esta foto, podría haberse no seleccionado porque no le favorece del todo a ella, pero yo también hubiera tomado el riesgo, como lo hizo su equipo en publicarla como parte de la efusividad que siempre proyecta Xóchitl a la hora de estar con la gente.
La segunda foto, digamos que sería la que debieron de haber elegido y nada más y cumpliría con la estética, el cuidado de su imagen y la simbología que da sus manos entrelazadas con la de la gente.
Foto: X @XochitlGalvez
Una foto representativa de una campaña política exitosa. Un buen corte al hombre detrás de seguridad, porque no nos distrae con su rostro, pero sabemos de su presencia. Sin embargo tenemos la X con el corazón rosa al fondo, el rostro de una sola mujer que sonríe, y ninguno más.
Si vemos al señor que la toma de la mano, podemos intuir que sonríe por sus pómulos saltados y la mirada de la candidata.
Es una foto preciosa y un momento “ad hoc” de campaña.
Bien por su equipo que se arriesga de manera justificada y así mantiene la personalidad de la candidata, brincando, sonriendo de manera efusiva o gritando en una sola fotografía.
Las campañas siguen y aquí seguimos observando.
¡Así la quiero ver siempre! Fresca, natural, espontánea, alegre, conectando con todos por igual. Una excelente combinación de gran inteligencia, preparación y compromiso con todos los mexicanos. Ella es mi Presidenta, ella sí me representa. ¡Vamos Xóchitl!