Por Laura Garza
El hombre que pintaba para ser uno de los líderes en Latinoamérica más cuerdos y apegado a defender la democracia ante los populistas que rodean la zona y que han deteriorado el estado social, económico y político.
Lula Da Silva, el único presidente latino que ha continuado viajando al extranjero para hacerse presente, para verse como un representante de una América Latina tan herida y abusada.
Terminó echando todo por la borda el día de hoy, a solo cinco meses de haber asumido su tercer mandato como presidente de Brasil.
El día de hoy, Lula recibió al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro en su país con honores de Estado. Como si fuera su “homólogo”, es decir como si fueran iguales. Lula siendo también un dictador, un populista obsesionado, un humillador de pueblos, un patán.
Maduro llega con la tranquilidad de que la búsqueda emitida por Estados Unidos para arrestarlo, no le afectará en lo más mínimo porque se sabe en pueblo amigo, y como muchos llamaron a Da Silva, como su “socio”.
En la foto que he seleccionado, tomada por el fotoperiodista Andre Borgues para la agencia EFE, es un momento crucial en donde no hay “politiquerías”, allí hay un acuerdo amistoso y muy bien planeado por parte del gobierno de Brasil para recibir a un personaje como Nicolás Maduro.
Foto: Andre Borges / EFE / Quepasamedia.com
Ambos miran su manos que están por estrecharse, sabiendo lo que conlleva el acto de juntar las palmas. El apoyo del que “era el nuevo líder” de América Latina, a un hombre acusado de torturas, desapariciones, agresiones y crímenes contra la humanidad.
En el lenguaje no verbal, cuando mostramos las palmas de la mano totalmente extendidas es señal de nuestra entrega total, de que no hay nada que ocultar porque puedes mirar lo que se tiene por ofrecer. Ambos se muestran con las manos completamente abiertas, se saludan, se apoyan y se aceptan.
Andre Borgues trae la cobertura completa de la visita oficial, que fue anunciada hasta que el venezolano ya estaba en Rio de Janeiro. De la serie de imágenes del encuentro, esta me parece la más cercana a la complicidad que le entrega Lula a Maduro.
Lula tira por la borda su presencia en eventos y negociaciones internacionales. Brasil acaba de sumarse a la corriente de populistas que dañan todo lo que ven y matan todo lo que tocan.
Foto: André Borgues
