Por Laura Garza
Las catástrofes naturales son esa inyección de adrenalina para muchos fotoperiodistas. En lugar de asustarse y refugiarse en sus casas o múltiples actividades, los que buscan la aventura y saben la importancia de capturar lo que pasa allá afuera, salen con su equipo con un objetivo claro: documentar todo.
La intensa actividad del Popocatépetl ha movilizado a todos los que tienen la experiencia de hacer foto nocturna y en situaciones adversas como la explosión de un volcán.
El control de la luz de madrugada es tan técnico que no todos se aventuran a pasar horas para lograr una buena secuencia de las constelaciones, de los eclipses y en este caso en la espera de la efervescencia de una explosión tan llamativa como la de un volcán.
Foto: Mario Vázquez
Esta foto que hoy les comparto del equipo de Mario Vázquez, un fotoperiodista aguerrido y bien conocido en el Estado de México, es un retrato del individualismo y del silencio alrededor del trabajo de observar y capturar.
Siete cámaras montadas en sus tripiés y a la vista cinco siluetas oscuras que miran el detalle en sus pantallas, en medio de la supuesta calma que da estar en medio del campo sin nada alrededor.
El fotógrafo puede trabajar en colectivo, pero siempre con la mirada única y la clara intensión de querer ver mejor que el otro, aunque sea el mimo objetivo. La perspectiva visual, el contexto informativo y la técnica o estilo de cada uno es lo que los diferencian entre sí.
Otro factor que diferencia a un fotoperiodista, es el sentido de urgencia para estar en el lugar y con las personas que son noticias. En ese trajín, el impulso por ser testigos de lo que sucede, les hace tomar su equipo, salir a toda velocidad, encontrar los caminos cómo llegar y llegar.
Suena fácil “llegar”, pero hay quienes ven en el camino demasiados obstáculos y desisten. Hay quienes creen que la vida los ha hecho víctimas y no pueden siquiera creer que pueden ir. También hay otros que bajo su arrogancia creen que “llegar” es para los que buscan un lugar que ellos ya tienen.
Mario lo ha hecho a lo largo de su carrera, lo ha entendido y no se cansa de llegar a la noticia aunque haya que pasar días y noches con la cámara lista, él lo hace.
Esta foto es una especie de honores para los fotógrafos que aparecen allí y para los que se la están jugando desde la semana pasada acampando en los pueblitos alrededor del volcán para tener las mejores tomas y sobre todo, ser testigos de lo que puede ser una catástrofe histórica.
Fotógrafo: Mario Vázquez
Instagram: @mvazquez