Por Laura Garza
¿A quién abrazas después de que un tipo te violó? Si lo que menos quieres es que alguien te toque.
¿De quién te sostienes después de una violación? Cuando no puedes ni pronunciar ni una sola palabra y no puedes contarlo a nadie.
¿Cómo te aferras a la verdad, cuando la justicia te señala por defenderte de un monstruo que te manoseó, que se abalanzó hacia ti porque te creía vulnerable y débil?
A Roxana Ruiz la conocimos todas el 15 de mayo, porque después de pasar nueve meses de prisión preventiva, fue condenada a pasar seis años en prisión por haber matado al violador en el forcejeo por defenderse.
Roxana salió a las calles acompañada de centenares de mujeres de distintos colectivos en la Ciudad de México. Vaya parodia la del Tribunal de Enjuiciamiento del Distrito Judicial de Nezahualcóyot al ignorar su declaración y defender a un muerto violador.
Roxana es de Oaxaca, y todo México supo de la injusticia en la que viviría seis años y toda la vida.
La foto es de la reconocida fotoperiodista mexicana Sashenka Gutiérrez, cuando Roxana abraza a otra mujer sabiendo su sentencia frente a los distintos colectivos que salieron a marchar con ella, a gritar con ella y a pedir justicia con ella.
Roxana, una mujer aguerrida, morena y herida. Abraza tan fuerte como puede. como si así pudiera desprenderse de una condena que no es para ella, es para él, aunque esté muerto.
Ella ya carga una sentencia mayor en su mente, en su cuerpo y en su corazón. ¿Quién carajo puede hacernos olvidar a las mujeres una agresión física? Nadie.
Sus lágrimas pesan, la vemos como estática en su mejilla. El dolor eterno de un sistema que no te cree, que no te escucha, porque eres mujer.
Cada día soportamos la cifra de casi 11 mujeres asesinadas diariamente en nuestro país, y ni siquiera es un tema de prioridad. Roxana es otro ejemplo, como Debhani en Monterrey o Ariadna en la carretera México-Cuernavaca.
Pero algo pasó y dos días después, la burla hacia ella y todas las mujeres parece que tendrá un fin. La Fiscalía concluyó que Roxana está exenta de toda responsabilidad penal, porque actuó en legítima defensa.
¿Será cierto?
Ojalá que sí. Para que vuelva a abrazar a las suyas, pero no con esa lágrima de dolor e injusticia, sino de alivio porque nunca más pisará una celda para ser tratada como un animal, como una asesina, cuando lo único que hizo fue defenderse de un cobarde que hasta suerte tuvo, en no obtener un castigo.
Ojalá, Roxana.
Por ti y por todas.
Foto: Sashenka Gutiérrez
Instagram: @sashe